Descompactar el suelo de la vida

por | Oct 13, 2025 | Anti-Coaching, Facilear, Terapia Breve Estratégica | 3 Comentarios

Metáforas a través de las que pensamos

12.000 años de metáforas agrícolas

Hace unos 12.000 años en el llamado Creciente Fértil apareció la agricultura, una gigantesca revolución en la forma de vivir y de convivir, y como no, en la forma de pensar. Existe mucha literatura sobre cómo pensamos/hablamos y sobre el pensamiento/lenguaje en sí mismo. Un enfoque que me gusta especialmente es el que plasma George Lakkof en su magnífico libro «Metáforas de la vida cotidiana» escrito con Mark Johnson.

La tesis de este libro es que nuestro pensamiento/lenguaje es básicamente metafórico, y una de las fuentes de nuestras metáforas es el trabajo, la tecnología, la técnica… Piensa en el uso que hacemos de términos relacionados con internet/ordenadores/informática… Nuestro cerebro tiene memoria RAM y memoria ROM, nos «reseteamos», tenemos antivirus internos, entramos en bucles mentales, trabajamos en multitasking, abrimos y cerramos ventanas… Son tantas y estamos tan acostumbrados a pensar «a través de ellas» que no nos damos cuenta de que son metáforas… Son como el aire en el que vivimos… Son el medio en el que pensamos/hablamos.

Como explica Lakoff, pensamos en metáforas. Y una de las más fértiles (nunca mejor dicho) nace de la agricultura: la compactación del suelo.

Después de 12.000 años años de practicas agrícolas y ganaderas es normal que nuestro lenguaje esté preñado de metáforas que provienen de este universo y de sus diferentes prácticas. Precisamente de una de ellas quiero hablar: la descompactación del suelo.

El suelo se compacta cuando los poros que lo forman se vuelven más y más pequeños, hasta desaparecer. Sin profundizar demasiado, decir que esos poros son los que albergan el agua, el oxígeno, los microorganismos, y cuando estos poros menguan o desaparecen, el suelo pierde su porosidad, su riqueza de vida, su fertilidad, se endurece, se compacta. Cuando se compacta las plantas crecen peor y son menos productivas.

Para airear el suelo el ser humano descubrió la labranza, pasar el arado (u otro procedimiento) para remover la tierra y hacer que entre el oxígeno en el suelo. Es una buena forma de descompactar a corto plazo, pero a largo plazo lo compacta aún más si no se toman medidas oportunas. Otro de los efectos que produce es «voltear» la microbiota; los microorganismos del suelo que están a unos 20 cm se trasladan a la superficie y mueren. Para que nos hagamos una idea, sería como poner del revés nuestra flora intestinal.

¿Y todo esto que tiene que ver con el coaching, con el cambio, con introducir mejoras en nuestras vidas? Por favor, date un tiempo para pensar y responder esta pregunta. Una de las claves es la dialéctica entre compactación/porosidad, rigidez/flexibilidad…

Anota tus reflexiones antes de seguir…

Busquemos sinónimos de compactación… Veamos algunos: compresión, densificación, endurecimiento, consolidación, amasamiento, aglomeración… Si ahora proyectamos la compactación a nivel personal nos encontramos con sinónimos tales como: rigidez. cerrazón, inflexibilidad, bloqueo, represión, estancamiento…

Solemos valorar a las personas que son sólidas, que tienen las ideas claras, que no dudan, que lo tienen todo bien estructurado, que tienen la cabeza bien amueblada…, y en algunos casos hacemos bien, pero en otros encontramos serias limitaciones…

Cuando me encuentro con personas «un poco así», que lo tienen todo muy claro, que tienen respuestas para todo, que no tiens nada que enseñarles…, medio en broma medio en serio les digo que tienen «muchas leyes». Saben lo que se tiene que hacer y lo que no, lo que es bueno y lo que es malo, conocen el orden de la vida… Y precisamente tanto «saber» es lo que les lleva al coaching… Paradojas…

Pienso en ellas como personas «compactas y compactadas» poco porosas al exterior, «tan rígidas que si se doblan se rompen»… Me parece un verdadero problema no ser porosos… Porosos a las ideas ajenas, porosos a las dudas internas… Por no crear disonancias lo explicaré mejor:

  1. Ideas ajenas: No se trata de una adhesión acrítica a lo que recibimos del exterior (personas conocidas, redes sociales, televisión, modas…). Consiste en desarrollar la escucha atenta, el juicio crítico y la empatía para con los demás. Reconocer y valorar sus experiencias, y comprender como han llegado hasta ellas. Y por supuesto, calzárnoslas a ver qué tal nos sienta.
  2. Dudas internas: no hablo ni de una duda sistemática ni tampoco de una duda «neurotizante». Me refiero a ser conscientes de que nuestras ideas y creencias son el fruto de un proceso, y que no son en si mismas productos acabados, pueden seguir evolucionando, siendo más completos, acercarse un poco más a la plenitud (el horizonte es inalcanzable). Es la actitud de escucharte a ti misma/o cuando no te das la razón.

¿Y ahora qué hacemos? ¿Le damos la vuelta al suelo de nuestra vida, o vamos poco a poco? ¿Lo ponemos todo patas p’arriba o vamos ordenando y dando significado a los inputs conforme aparecen? ¿Le damos la vuelta al calcetín o lo lavamos suave, suave…?

Resulta tentador querer un cambio radical, que lo que moleste deje de molestar, que lo que limita deje de limitar, que nuestros problemas desaparezcan y seamos de hoy para mañana la persona que queremos llegar a ser, o conseguir los objetivos «que tanto anhelamos»…

Pero si hemos llegado al punto en el que estamos (para bien, mal o regular) a través de un proceso más o menos largo, fruto de lo que hemos hecho y también de lo que hemos dejado de hacer, revertirlo va a requerir tiempo. Necesitaremos otro proceso para llega a un punto diferente, y eso se llama tiempo, trabajo y paciencia.

Hay muchas formas de «descompactar». Vamos a ver una:

Escuchar antes que remover

La vida nos da oportunidades de sobra para escuchar y escucharnos. No hace falta remover en nuestro pasado, ni en nuestro subconsciente, ni en nuestros ancestros. Basta con estar atentos y «crear poros». Dejar espacio para las ideas que vienen de fuera, escuchar con humildad nuestras dudas, escucharnos cuando no nos damos la razón.

A modo de aclaración: remover en nuestro pasado, en nuestro subconsciente en nuestros ancestros me parece muy interesante, sólo que escuchar es más fácil y tenemos muchas más oportunidades para hacerlo.

Hoy puedes abrir un poro…

3 Comentarios

  1. Yolanda

    Metáfora que es una buena forma de reflexión para cada uno. Reflexión necesaria para cada individuo.
    Quienes parece y se convencen de que todo controlan, caen en su propio engaño y hace que se vayan compactando.
    Cuántas más dificultades, con amor y humildad, se puede airear aprendiendo de ello. Siempre puedes crecer.

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  2. Carmen Punk

    Tiempo, trabajo y paciencia, con nosotros mismos y con los demás.
    Un mantra práctico para nuestro día a día, la naturaleza siempre es un buen ejemplo a seguir.
    Y la escucha es el puente principal que abona cualquier terreno.
    4 palabras que encierran un universo de aprendizaje.

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  3. JOSE

    Una reflexión muy interesante como siempre Rafa. Muchas gracias por estos regalos que nos haces tan bonitos y útiles.

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